Abramos esa puerta con la llave de la imaginación. Tras ella encontraremos otra dimensión, una dimensión de sonido, una dimensión desde otra mirada: la dimensión de la mente.
Entrarás en un mundo distinto de miedos, sueños e ideas.
No temas. Cógete de mi mano y traspasa conmigo la PUERTA AL MISTERIO.
Eres bienvenido/a.